lunes, 25 de enero de 2010

Yamilet


Y entonces regresó.
Estaba muerto o tal vez sólo perdido.
Una lágrima de alcohol y una loza en la garganta
se fundieron en un instante.
La distancia y el tiempo
confabularon en su contra.
Gritos, enojos y más llanto.
El demonio sonreía mientras
devoraba su nueva presa.

Sin embargo regresó
y se autonombró de nuevo amor.
Y con él,
trajo un ser hecho de sueños y deseo.
Un ser sagrado y la llamamos "esperanza".
Como un hada de paz
se acercó y nos abrazó.
Nos sonrió y con sus pequeñas manos
nos impidió lastimarnos.
Sus ojos, la sonrisa y el cabello
eran como los tuyos.
La piel, del color de la mía.

Entre lágrimas y desencanto se acurrucó.
Nos invitó a hacer lo mismo.
Tomó mi mano y la puso sobre la tuya.
Volví a mirar tus ojos
y recordé cuánto te amo.
Me sonreíste entonces y te abrazé.
Volvimos a buscarla
pero no estaba ahí.
Sin embargo, la sentimos,
seguía dentro.
Se llamaba amor.
Nosotros la llamamos Yamilet.



incitatüs
(diciembre'09)
imagen: internet

martes, 5 de enero de 2010

Y tuve un sueño


Y tuve un sueño.
Era de día y hacía calor.
Nubes grises abanicaban enormes olas dantescas.
Agua del sabor de la sal y niños que practicaban a la pelota ciega.
Y tuve una pesadilla.
La noche invadió al día y lo llamó odio.
La brisa marina se volvió tormenta y con ella devoró palmeras.
El mar no distinguía al cielo o a la tierra.
Y tuve un océano, y lo llamé poder.
Una bola de cristal en mano abarcaba un mundo.
Un soplo, un movimiento brusco.
Miro al cielo y distingo mi rostro.



incitatüs
(enero'10)
imagen: internet