viernes, 25 de abril de 2008

Buenos Días


Baja de la combi, sube corriendo las escaleras, camina apresurada por la prisa, por el tiempo, por lo que vienen detras, no voy a llegar de nuevo.

Entra al vagón, sólo mujeres, qué alivio?, el calor y el mismo empujón de ayer, ay señora, está bien gorda!. El timbre anuncia que se cierra la puerta "favor de no recargarse, gracias" y ahora dónde se quedó mi bolsa?.

Doce estaciones más y ya, suspira, observa el camino, las caras del vagón son las mismas, qué más da? Piensa, qué bueno que no dejé pendientes ayer.

Sale, aire puro al fin, el tacón se atora en un "no sé qué", la empuja la misma gorda de ayer, espere!, no ve que me atoré!?, mira la bolsa que esté completa, parece que sí, el celular?! ah, todavía no lo repongo.

Llega, Rafita buenos días, no contesta, llegó ya Jaime? sigue Rafa sin contestar, el telefono ya suena, ahorita no porfavor déjenme llegar please.

Se sienta, suspira de nuevo, las diez y cuarto, llegué antes que Jaime, sonríe al fin. Deja el bolso se acerca Ale, tienes un pendiente Mary, Jaime no va a venir, encargate de todo, se desvanece la sonrisa.

Dolor de cabeza, telefono de nuevo, sólo un timbrazo, voz amable: "Distinción Moderna, buenos días"...


o algo así...


¡nc¡tatüs
(abril'08)
imagen: internet

El Árbol de la Montaña


El ojo de Zaratustra me había visto justo cuando lo evitaba. Y cuando en una tarde caminaba solo por la montaña he aquí que me encontró en su camino, sentado junto a un árbol en el que me apoyaba y mirando al valle con la mirada cansada. Zaratustra agarró el árbol junto al cual me encontraba sentado y me dijo: "Si yo quisiera sacudir este árbol con mis manos, no podría. Pero el viento, que nosotros no vemos, lo maltrata y lo dobla hacia donde quiere. Manos invisibles son las que peor nos doblan y maltratan."

Entonces me levanté consternado y le dije: "Te he seguido Zaratustra, y justo en tí ahora mismo pensaba."


Zaratustra me replicó: "¿Y por eso te has asustado? Al hombre le ocurre lo mismo que al árbol. Cuanto más quiere elevarse hacia la altura y hacia la luz, tanto más fuertemente tienden sus raíces hacia la tierra, hacia abajo, hacia lo oscuro, lo profundo, - hacia el mal?"


"¡Sí, hacia el mal!, le exclamé. ¿Cómo es posible que adivines lo que mi alma siente ?"


Zaratustra sonrió y me dijo: "A ciertas almas no se las descubrirá nunca a no ser que antes se las invente".


"¡Sí, hacia el mal y a la amargura", -volví a gritarle.- "Tú siempre dices la verdad, Zaratustra. Desde que quiero elevarme hacia mi altura, a convertirme en Superhombre ya no tengo confianza en mí mismo, y nadie tiene confianza en mí. Odio lo que amo y lo que hago, odio más lo que siento y sin embargo no puedo amar mi odio. Me transformo rápidamente y no soy ni esclavo ni amo de mi destino; odio y detesto a mi destino. A veces creo en mí, y todo lo que hago y pienso está de acuerdo el uno con el otro, pero a veces el uno vence al otro. Ésto no me lo perdona ninguno otro de mis pensamientos o sentimientos. Cuando estoy bien y sano, cuando amo, cuando quiero elevar mi alma y mi corazón siempre me encuentro solo. Y en éste estado, allá arriba nadie me habla, el frío de la soledad me da miedo, me hace llorar y temblar. ¿Para qué quiero yo la altura, el amor y la paz? Mi destino y mi amor ya no crecen juntos; cuanto más alto subo, cuanto más amo, tanto más desprecio tengo a mí mismo. ¿Para qué quiero estar en la altura?. ¿Para qué quiero amar y dar mi alma y amor? ¡Cómo me duele mi subir y tropezar! ¡Cómo me burlo y me río de mi violento jadeo! ¡Cómo me odio si es que amo! ¡Qué cansado estoy en la altura!". Entonces callé.


Y Zaratustra miró detenidamente el árbol junto al que me hallaba y me dijo: "Éste árbol se encuentra solitario aquí en la montaña; ha crecido muy por encima del hombre y del animal. Y si quisiera hablar, no tendría a nadie que lo comprendiese: tan alto ha crecido. Ahora él aguarda y aguarda, ¿a qué aguarda, pues? Habita demasiado cerca del asiento de las nubes: ¿acaso aguarda el primer rayo?".


Cuando Zaratustra me hubo dicho ésto exclamé con ademanes violentos: "Sí, Zaratustra, tú dices siempre la verdad. Cuando yo quería ascender a la altura, dar todo mi amor y mi odio, anhelaba mi caída, ¡y tú eres el rayo que yo aguardaba! Mira, ¿qué soy yo desde que tú me has aparecido? ¡La envidia hacia ti es lo que me ha destruido!. ¡El anhelo a buscar al Superhombre me ha destruido." Así dije lloré amargamente.


Mas Zaratustra me rodeó con su brazo y me llevó consigo. Y cuando habíamos caminado un rato juntos, Zaratustra comenzó a hablarme así:


"Mi corazón está desgarrado. Aún mejor que tus palabras es tu ojo el que me dice todo el peligro que corres. Todavía no eres libre. Tu búsqueda te ha vuelto insomne y te ha desvelado demasiado. Quieres subir a la altura libre, tu alma tiene sed de estrellas. Pero también tus malos instintos tienen sed de libertad.
Para mí eres todavía un prisionero que se imagina la libertad: Ay! el alma de tales prisioneros se torna inteligente, pero también astuta y mala. El liberado del espíritu tiene que purificarse todavía. Sí, yo conozco tu peligro. Mas por mi amor y mi esperanza te conjuro: ¡no arrojes de ti tu amor y tu esperanza! Todavía te sientes noble, y noble te sienten todavía también los otros, que te detestan y te lanzan miradas malvadas. Sabe que un noble les es a todos un obstáculo en su camino.
También a los buenos un noble les es un obstáculo en su camino: y aunque lo llamen bueno, con ello lo que quieren es apartarlo a un lado. El noble quiere crear cosas nuevas y una nueva virtud. El bueno quiere las cosas viejas, y que se conserven. Pero el peligro del noble no es volverse bueno, sino insolente, burlón, destructor."
En otro tiempo los buenos pensaron convertirse en héroes: ahora son libertinos. Pesadumbre y horror es para ellos el héroe. Mas por mi amor y mi esperanza te conjuro: ¡no arrojes al héroe que hay en tu alma! ¡Conserva santa tu más alta esperanza!. "

Así me habló Zaratustra.



Incitatus
(abril'08)
Basado en "Also Sprach Zarathustra" de F. Nietzsche (1888)
imagen: internet

miércoles, 16 de abril de 2008

Alma de Fantoche

"Quiero emborrachar mi corazón
para apagar un loco amor que mas que amor es un sufrir,
y aquí vengo para eso,
a borrar antiguos besos
en los besos de otras bocas..."


Mientras busco en sus labios tus labios,
y en sus ropas tu cuerpo,
mi saliva que harta de alcohol furioso
busca matar esas sonrisa y esos cabellos
de ese amor loco y obstinado
que sufre y yace dentro de éste corazón...

"Si su amor fue flor de un día,
¿por que causa es siempre mía?
esa cruel preocupación.
Quiero, por los dos, mi copa alzar
para olvidar mi obstinacióny mas la vuelvo a recordar..."


Harto del fastidio del espejo,
que grita despierte de éste sufrir,
que ahogue con vino tus cabellos y sonrisa,
y albergue en un nuevo cuerpo mi agonía.
Pero mientras más mato tu recuerdo
más lo llamo y lo llamo por tu nombre...


"Nostalgias...
de escuchar su risa loca
y sentir junto a mi boca
como un fuego su respiración...
Angustia...
de sentirme abandonado
y pensar que otro a su lado
pronto, pronto le hablara de amor..."


Al termino de las copas y los cuerpos,
sólo mis oídos escuchan tus carcajadas
y mi boca muerta siente a tus labios,
que me queman y me ahogan en sollozos
al saber que no es en mi boca ni en mis oídos
los que besas y te llenan de un nuevo amor...


"Hermanos,
yo no quiero rebajarme
ni pedirle ni llorarle
ni decirle que no puedo mas vivir.
Desde mi triste soledad
veré caer las rosas muertas
de mi juventud..."

"Gime, bandoneón, tu tango gris,
quizá a ti te hiera igual algún amor sentimental…
Llora mi alma de fantoche
sola y triste en esta noche noche
negra y sin estrellas..."

Acabado y aturdido entre un viejo tango,
despues de los tragos y aquellos besos falsos,
que calan a la noche un humillado corazón,
que busca pero evita el dulce consuelo,
de aquellas almas de la sangre que es la mía,
con sonrisas y risas del absurdo payaso del espejo.

"Si las copas traen consuelo
aquí estoy con mi desvelo
para ahogarlos de una vez.
Quiero emborrachar al corazón
para después poder brindar
por los fracasos del amor… "

Y aquí voy de nuevo ahogar las noches,
obligando matar tu sorisa y cabellos obstinados,
con el alcohol que ya no embriaga los corazones,
a buscar aquellos besos que ahoguen los tuyos,
para despues alzar la copa llena del llanto
que a carcajadas de éste payaso esconde...


(Nostalgias-Enrique Cadícamo
Incitatus
(abril'08)
imagen: internet

jueves, 10 de abril de 2008

Los Que Aman

Los que aman observan la luna llena, sienten el frío de la tarde, soportan la lluvia, aguantan los calores, recorren distancias, gozan el cansancio.

Los que aman sonríen a los extraños, saludan al vecino, ceden el paso al que va primero. Tienden la mano al que lo necesita y ayudan sin pedir nada a cambio.

Los que aman cuidan al hermano, abrazan a su padre, besan a su madre, velan los sueños de un amigo enfermo.

Los que aman se bañan y hacen ejercicio, se miran al espejo y sonríen a sí mismos, no se hacen daño, se aman a sí mismos.

Los que aman buscan a su amor, lo acompañan, platican con él, lo miran lo besan, lo cuidan, se preocupan por él. Rezan a Dios por él, hacen lo posible por estar con él.

Los que aman soportan lluvias y fríos, ayudan a gente extraña, al necesitado; se cuidan a sí mismos y hacen lo posible por estar con su amor.

Los que aman toleran los malos momentos, no lloran, no sufren la ausencia, esperan la nueva luna llena, respiran tranquilos porque el futuro sea mejor.

Los que aman, aman, aman a la vida, aman a Dios. Aman porque aprendieron a amar, aman porque saben que a pesar de las diferencias, de la distancia y del tiempo, alguien, en alguna lugar, también le tiene amor.



¡nc¡tatüs
(noviembre'03)
imagen: internet

martes, 1 de abril de 2008

Más, más

Mas, mas se pide y se pide,
y no encuentras mas que nada,
en la sombra dibujada,
en las cenizas de un ser dañado,
en la bitácora de la vida destinada.

Si bien dicen que pedir perdón purifica el alma,
¿que más puedo hacer que no sea pedirte que lo olvides?.
La amnesia,
enfermedad que limpia los seres más temibles,
olvida todo; borra todo,
no por ti, no por mí,
que sea por los buenos tiempos.

Dejar que la luz aparezca en mi camino
es sólo un lindo sueño, pero,
¿acaso no hay límites en los sueños?,
¡Despertad!,
Que la vida es el sueño que no quieres que termine,
que la vida es solo eso, la vida, nada mas.


Antes de que me olvides quiero preguntarte algo:
¿Porque viniste a mí?.
¿Porque me aspiraste y me mataste así?,
¿Acaso no soy parte de tu sueño también?,
¿Acaso no merecía amor?,
¿Acaso no fui parte de tu vida?.

Tal vez no sepas la respuesta,
pero aún así no creo querer escucharla,
no de ti,
no de tus labios,
no mirándome,
no sintiéndote,
porque al fin,
creo que sólo eso podría terminar conmigo.

Me dijeron que todos debíamos morir alguna vez,
me dijeron que siempre es mejor el paraíso que el infierno,
y que el infierno está en la tierra,
que no debíamos tener miedo,
que el miedo es de los cobardes,
que no es de Dios,
que en algún lugar encontraríamos la felicidad y la vida eterna.
Pero lo que no me dijeron es que debía que esperar tanto tiempo.


Aún así,
al contar las estrellas,
al desparramarse de entre mis manos los granos de arena,
y mirar al horizonte en busca de un poco mas de vida,
sólo puedo hacer mas que volver a pedirte perdón,
volver a querer purificar mi alma,
y esperar que la amnesia limpie un poco mas de mi negra vida.


¡nc¡tatüs
(septiembre'97)

imagen: internet